Música

El regreso de Oasis a Argentina, con las dos noches en el estadio Monumental, fue más que una oportunidad de reencontrarnos con los hermanos Gallagher, fue una revancha que la vida nos dio a miles.

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Si tuviera que elegir una sola palabra para definir lo que fueron las dos fechas de recitales de Oasis en River, sin lugar a dudas elegiría la palabra “revancha”. Podría haber elegido muchas otras que describieran la grandeza, el espectáculo o la emoción de todo lo que fue el regreso a la Argentina de la legendaria banda de Manchester, pero para los miles que por cualquier razón no pudimos estar presentes en la última visita de los Gallagher como banda a la Argentina en 2009, es exactamente como se sintió: como una revancha que nos dio la vida, después de 15 años de pensar que el milagro nunca se iba a dar, más un año de espera después del anuncio de un regreso esperado por millones alrededor del planeta.

Pareciera que fue en otra vida, por allá en un lejano agosto de 2009, cuando en una noche parisina, Noel Gallagher anunciaba que abandonaba Oasis por no poder seguir trabajando ni un día más con su hermano, todo minutos antes de tener que salir al escenario en lo que era uno de los últimos recitales de la gira del último disco de estudio de Oasis, Dig Out Your Soul. El gigante mancuniano quedaba así sepultado y los hermanos tomaron caminos separados. Todo lo que siguió ya se sabe: el proyecto de Liam Gallagher con los ex Oasis Gem Archer, Andy Bell y Chris Sharrock, llamado Beady Eye, que nunca terminó de despegar y que se terminó por acabar con apenas cinco años de trayectoria. La carrera solista de Noel, con sus High Flying Birds y finalmente, luego de enterrar a Beady Eye, la carrera solista de Liam, en lo que fue un comienzo muy prometedor, pero que poco a poco fue perdiendo impulso, recayendo en las viejas y confiables canciones de Oasis, casi todas (si es que no fueron todas) compuestas por su hermano mayor.

La espera se hizo demasiado larga, casi eterna: durante años los fanáticos estuvimos expectantes ante cada posibilidad del regreso de Oasis. En el medio hubo muchos amagues, principalmente por parte de Liam, quien siempre decía que estaba listo para volver a la banda en cualquier momento, para luego retroceder sobre sus palabras y afirmar que no volverían. Noel, en este sentido, fue siempre más congruente y, hasta casi el final, mantuvo su postura negativa respecto del regreso. Sin embargo, en algún momento algo cambió – llámese el divorcio de Noel y que su ex esposa se quedó con 20 millones de libras, más una mansión propiedad del compositor – y entonces el hermano mayor empezó a dar el brazo a torcer y dar declaraciones que nos llenaban de esperanza a todos, diciendo que no veía tan mal un regreso de Oasis si aparecía la plata necesaria, pero que el que tenía que dar el primer paso era Liam: “él tiene mi teléfono, que su gente llame a mi gente” dijo en alguna entrevista en televisión, y la pelota quedó del lado de RKID.

Cuando el 25 de agosto de 2024, las cuentas oficiales de Instagram de Oasis, de Noel y de Liam compartieron la misma publicación, sobre un anuncio para dar el día 27 de agosto a las 8.00 del Reino Unido, el corazón de medio mundo se quedó en shock. Fueron dos días de especulaciones hasta que, cuando llegó la fecha del anuncio, nos encontramos con la mejor noticia que la vida nos pudo regalar a cada fan de Oasis alrededor del planeta: los hermanos habían resuelto sus diferencias y volvían a darle vida a esa banda que tan felices nos hizo, que marcó demasiados momentos de nuestra vida, que definió una época. Oasis volvía a existir y se daba el anuncio de la gira mundial Oasis Live’25.

Cuando se anunciaron las fechas para Argentina, en noviembre de 2024, con casi un año exacto de antelación, las entradas se agotaron en apenas tres horas. Oasis reventaba dos estadios River Plate en tiempo récord, señal de todo lo que el público argentino había esperado para reencontrarse con los hermanos más queridos de la ciudad de Manchester. Fue un anticipo de lo que se venía y de lo que finalmente se vivió el pasado sábado y domingo en el estadio Monumental. Y si a toda esa espera había algo que le sumaba aún más expectativas, eran las constantes declaraciones de Noel diciendo que, si había un lugar en el que estaba esperando tocar, era en Argentina, tirándonos flores al público argento que tan enamorado lo tiene. Por suerte, no hubo decepción de ninguno de los lados.

Cuando el sábado 15 y el domingo 16 de noviembre Noel y Liam salieron agarrados de las manos al escenario, fue el momento cúlmine de tanta espera. Finalmente estaba pasando, finalmente pasó: Oasis pisaba nuevamente suelo argentino. Esta vez, con lo que se sintió como una revancha enorme que nos dio la vida a los miles que no estuvimos en el año 2009. Fueron 16 años de espera, 16 años de lamentarnos por habernos perdido el último recital pre-separación. La incertidumbre que nos carcomía, el arrepentimiento que se hacía presente al escuchar cada himno, el sabor agridulce con cada nota, cada estrofa saliendo por los auriculares de cada fanático.

Ambas noches fueron una mezcla de océanos de sensaciones encontradas: por un lado, la euforia (¿y cómo no estar eufórico con la seguidilla Hello – Acquiesce – Morning Glory?) y, por el otro, las lágrimas de emoción. El sentimiento de redención, de cerrar una herida de años y años, de cumplir un sueño: todo eso que pueden lograr dos hermanos que salieron de la pobreza en un barrio trabajador del norte inglés y que le dijeron al mundo que estaban acá para apoderarse de todo. Todo esto fue demasiado para muchos de los que estábamos presentes; fue inevitable llorar de alegría, de emoción, de sentir que nos habíamos sacado un peso enorme del alma y que, sin importar qué canción estuviera sonando, iba a ser la mejor canción que escucharíamos en vivo en la vida.

No sabemos qué pasará una vez que termine la gira Live’25: si Oasis seguirá unido, si los hermanos Gallagher volverán a seguir caminos separados o si, esporádicamente, harán alguna otra gira juntos, alternando con sus proyectos solistas. Pero sí podemos estar seguros de algo: la vida nos dio esta revancha y, sin importar lo que pase, podemos mirar hacia adelante sabiendo que muchos vivimos el momento soñado, ese momento que durante 16 años pensamos que jamás iba a suceder. Porque, en estas dos noches, todos nosotros y Oasis vamos a vivir para siempre.


JMR