Ambientada en una sociedad conservadora como la coreana, Lee Yeongju decide dejarlo todo y comenzar de nuevo desde cero. Esta vez, se propone hacer las cosas a su manera, cumpliendo su sueño de abrir una librería independiente.
Libros
¿Qué es lo que pasa cuándo tenemos una vida establecida de
acuerdo con lo que una sociedad conservadora espera de nosotros?: Un título
universitario, mucho dinero, un buen trabajo con una excelente carrera laboral
y un matrimonio con una persona trabajadora y quien también tiene una excelente
carrera. Para la mayoría de las personas, esta parece ser una fórmula que
asegura una felicidad infalible. Pero la historia que nos relata Bienvenidos
a la Librería Hyunam-Dong nos demuestra que hasta lo que parece una
vida soñada, puede traernos solamente desdicha.
La historia de esta novela, de la autora coreana Hwang
Bo-Reum, sigue a Yeongju, una mujer en sus años 30 que vive en Seúl, quien
pasó toda su vida haciendo lo que se esperaba de ella: estudiar, casarse y
tener una carrera exitosa; Hasta que, tras su divorcio y cansada de cumplir con
las expectativas de otros, decide dejarlo todo atrás para perseguir su sueño de
tener una librería independiente. Es así como Yeongju abre la librería
Hyunam-Dong, que lleva el mismo nombre del barrio ficticio donde se encuentra
situada.
Con el desarrollo de la historia – cuyos protagonistas serán
los libros y el café – Yeongju irá conociendo a diferentes personas que se
acercan a la librería, quienes enfrentan sus propias luchas personales:
matrimonios infelices, trabajos miserables o la falta de trabajo, e incluso la
incertidumbre de quienes no saben que quieren hacer con su vida. Uno de estos personajes será Minjun, quien ya
desde el principio de esta historia (solo un pequeño spoiler, muy chiquito)
empezará a trabajar en la librería como el barista que prepara café para los
clientes.
En este punto hace falta hacer una aclaración: la novela no
viene a romantizar el discurso de ser felices y perseguir nuestros sueños (con
frases trilladas de influencer de Instagram), sin detenernos a
pensar las consecuencias que ello puede suponer en nuestra vida. Por el
contrario, la novela nos muestra constantemente la lucha de Yeongju para
mantener funcionando la librería y de cómo le ha advertido a Minjun al momento
de contratarlo que, si las cosas no funcionan, ella solo podría mantener la
librería abierta por 2 años, y que luego de eso no podría asegurarle que
mantenga su trabajo como barista. En una era donde cada hijo de vecino planea
poner su startup sin tener al menos conocimientos básicos de marketing o
de administración, la historia merece el reconocimiento de mantener un
hilo realista, donde el mundo no es todo color de rosas.
El suave brillo de las luces parecía envolver a la librería como una presencia protectora. Yeongju alguna vez le había compartido los cinco motivos por los que cada barrio debería de tener una librería independiente. En aquel momento pensó que él estaba contemplando el sexto motivo. Ver la librería desde fuera lo hacía feliz.
Vemos cómo la protagonista empieza a cargar con el peso real
de sus decisiones, sobre todo cuando se enfrenta a su madre, quien no duda en
recriminarle su camino profesional y el hecho de haberse divorciado. Pero
seamos sinceros: ¿quién no ha sentido alguna vez el juicio silencioso —o bien
ruidoso— de sus padres? ¿Cuántos de nosotros elegimos una carrera o tomamos
decisiones importantes simplemente por no decepcionar a la familia? Lo que le
pasa a Yeongju, en el fondo, nos pasa a muchos cuando rondamos los treinta:
llega ese momento incómodo de preguntarse si lo que elegimos hasta ahora
realmente nos ha hecho felices. Y claro, cada quien juega con las cartas que le
tocaron, no todos partimos desde el mismo lugar. Pero aun así, la pregunta está
ahí: ¿hicimos lo mejor que pudimos con lo que teníamos?
La novela toca un tema que, aunque parezca increíble,
todavía está muy presente en muchas de nuestras conversaciones: nuestra relación con el
trabajo. ¿Por qué tenemos que entregarle la mayor parte de nuestra vida a algo
que hacemos solo para cobrar un sueldo? En plena era de inteligencias
artificiales y automatización, uno pensaría que la tecnología debería estar
para hacernos la vida más fácil. Pero no. Lo que abunda son los trabajos mal
pagos, inestables y sin derechos —llámese Uber, Rappi o cualquier otra app de
reparto y transporte— que exprimen a una generación entera que solo quiere
vivir un poco mejor, estudiar, progresar y no pasar toda la vida quemándose en
trabajos explotadores. Y es justamente ese desgaste, esa exigencia absurda, lo
que empuja a la protagonista a frenar en seco y animarse a cumplir su propio
sueño: abrir una librería y empezar de nuevo, pero por cuenta propia.
Bienvenidos a la Librería Hyunam-Dong no es un libro
de autoayuda. No viene a dar respuestas a preguntas que nos aquejan en algún
momento de nuestra vida. No promete fórmulas de felicidad, ni tampoco viene a
decirnos como tenemos que vivir nuestra vida (justamente, eso se lo deja a
la sociedad que constantemente nos dice que tenemos que hacer o como vivir).
En cambio, el libro y sus personajes nos regalan una historia diferente, una
historia que nos dice que no es nuestra culpa que las cosas no nos hayan resultado
como queríamos y que está bien tomarse una pausa para volver a barajar y dar de
nuevo, acompañados por un buen libro y una taza caliente de café.
JMR
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