Este viernes 4 de julio Oasis volvió a decir presente frente
a los ojos del mundo. Una crónica del regreso más esperado por millones
alrededor del mundo. Are you mad fer it?
Música
Exactamente a las 16:15 (hora del Reino Unido) del pasado 4
de julio, en la ciudad de Cardiff —capital de Gales— ocurrió un hecho histórico
para el rock and roll y para la música en general: Noel y Liam Gallagher
volvieron a compartir escenario tras 16 años de separación. La imagen de
ambos con los brazos en alto, tomados de la mano, cargada de una simbología
imposible de ignorar, se convirtió en un hito global que millones de personas
alrededor del mundo habían esperado por lo que pareció ser una eternidad. En
ese instante, comenzaron a sonar los primeros acordes de “Hello”, la
canción que abre el segundo álbum de la banda, “(What’s the Story) Morning
Glory?”, marcando el inicio del primer concierto de Oasis en más de una
década y media. La escena soñada por generaciones de fanáticos se volvía
realidad, con ese estribillo que, como una profecía, retumbaba en el aire: “Hello!
It’s good to be back!”
“Las armas se han silenciado, las estrellas se han
alineado y la gran espera ha terminado”. Con estas palabras me despertaba
el 27 de agosto del 2024; yo y millones de fanáticos alrededor de todo el
mundo. Había sucedido, finalmente había llegado el día: Oasis anunciaba su
regreso a la vida.
Fueron 16 años de espera (¡Literalmente la mitad de mi
vida de 32 años!); 16 años de constante ilusión, de constante
arrepentimiento de no haber podido verlos en aquel mítico recital del año 2009
en el estadio de River Plate (hay miles de videos de esa noche cuando tocan
“Morning Glory” titulados “el mejor público del mundo”), de constantes
noticias falsas y de especulaciones con el regreso más esperado por parte de la
prensa. Hasta que fueron los propios hermanos Gallagher los que nos avisaron dos
días antes, el 25 de agosto de 2024, que estuviéramos atentos al anuncio del
día 27 del mismo mes, a las 8:00 am del Reino Unido.
La cronología de esta tortuosa espera comenzó en París, el
28 de agosto del 2009. Oasis estaba a punto de salir al escenario en el Rock en
Sien, el festival de música francés. Lo que nadie se esperaba era lo que estaba
por suceder en el backstage de la banda… Que los hermanos Gallagher siempre
tuvieron una relación de idas y venidas, de peleas, de puteadas entre ellos,
era de conocimiento público (hay un episodio muy gracioso de “Celebrity
Deathmatch” en donde los hermanos se suben al ring totalmente drogados a
fajarse un buen rato). Sin embargo, lo que pasó en París no quedó en París.
No se sabe cómo, no se sabe por qué. Pero lo que se sabe es
que la noche estaba caldeada entre los hermanos, hasta que todo escaló en una
discusión subida de tono. Lo que podría haber sido un encontronazo más de los
Gallagher terminó de la peor manera: en un arrebato de furia, Liam agarró una
de las guitarras de Noel, una Gibson Es-335 color rojo y la estrelló contra una
de las paredes del camerino. La guitarra se partió al medio, separando el mango
del cuerpo de esta. Eso fue la gota que rebalsó el vaso.
"Con algo de tristeza y un gran alivio, les digo que esta noche dejé Oasis. La gente escribirá y dirá lo que quiera, pero simplemente no podía seguir trabajando con Liam ni un día más. Mis disculpas a todas las personas que compraron entradas para los shows en París, Constanza y Milán." Estas fueron las palabras con las que Noel anunció lo peor. Dejaba la banda esa misma noche y con su partida, casi de manera poética, se llevaba el corazón de la banda, dejando el cuerpo de Oasis sin vida en ese camerino parisino, representado en la Gibson destrozada. Todo esto literalmente minutos antes de salir al escenario en París, donde finalmente por las pantallas gigantes los organizadores tuvieron que avisar al público presente que el concierto se cancelaba.
Fue entonces cuando comenzó la espera. La cuenta regresiva
que ninguno de nosotros sabía que existía. Nuestros corazones estuvieron todo
este tiempo divididos entre la incansable esperanza de la vuelta y la
desoladora sensación de que la épica parecía total y absolutamente imposible.
Cada tanto tiempo, algún tweet de Liam alimentaba las esperanzas de todos, solo
para que otro tweet de RKID volviera a desilusionarnos. La prensa
británica también hizo lo suyo, llenándonos de falsas esperanzas todo el
tiempo, hasta que Noel se encargaba de volver a dejar en claro que la vuelta de
Oasis era imposible (todavía me acuerdo cuando Noel dijo “le dedico la
siguiente canción a todos los fans de Oasis” y empezó a tocar “You Know We
Can’t Come Back” – Sabes que no podemos regresar, traducido al español. Un tiro
en el pecho hubiese dolido menos).
Pero no todo fue espera en silencio. Durante todo el tiempo
que duró la partida de Oasis podemos decir que tuvimos nuestros consuelos.
Primero fue Liam junto a lo que quedaba de Oasis: Gem Archer, Andy Bell y Chris
Sharrok. Juntos le dieron vida a Beady Eye, una banda que por un momentos nos
causaba espanto (Creo que “Bring The Light” es de lo peor que escuché salir
de la boca de Liam, y eso que el muy bastardo escribió “Little James”) pero
que también nos ha dejado buenas canciones como The Roller, Four Letter Word,
Ballroom Figured y Start Anew entre otras. Más tarde Noel diría presente
con su proyecto solista: Noel Gallagher’s High Flying Birds. Con los dos
primeros discos de Noel en la cancha, se notaba que la diferencia entre ambos
proyectos era abismal y quedaba en evidencia quien tenía el verdadero talento
en Oasis para componer las canciones.
Ya en la recta final de la espera, Liam – habiendo disuelto
a Beady Eye para ese entonces – inició su carrera solista, que comenzó con
momentos muy altos (me acuerdo de haber escuchado “Wall Of Glass” por
primera vez después de la mala experiencia de Beady Eye y no podía creer que
Liam tuviera una canción tan buena) pero que luego fue perdiendo empuje. Me
perdonarán los fans de Liam y de su proyecto solista, pero As You Were fue
lo más alto que llegó RKID antes de empezar a ir a la deriva (con
excepciones fenomenales como “Once” “One of Us” y “Too Good for Giving Up”)
con sus siguientes dos discos y terminar de chocar definitivamente en su
colaboración con John Squire.
Para esta altura ya habían pasado 13 años desde la noche
trágica en París. Muchos de nosotros ya nos habíamos acostumbrado a la idea de
que Oasis no iba a volver jamás y que solo nos quedaba el poder disfrutar de
las ocasionales visitas de Noel y Liam por separado, para poder escuchar las
canciones de Oasis interpretadas por ellos, pero sin esa mística legendaria que
significa tenerlos a ellos dos, juntos, arriba de un escenario. Pero cuando
todo parecía sepultado, empezaron a aparecer algunas señales: primero habían
dicho que, si el Manchester City alguna vez lograba ganar la Champions League,
reunirían a la banda sin dudarlo. Y así sucedió esta primera condición: el City
levantó su primera orejona en el año 2023 al derrotar en la final europea al
Inter de Milán 1-0. Otra de las señales fue que Noel pasó primero de una
postura absoluta de “no vamos a regresar nunca” a una más esperanzadora
de “Bueno, por 100 millones de libras yo estoy” y finalmente a un “estoy
esperando que Liam me llame. Si el quiere que regresemos, el tiene mi número.
Que su gente llame a la mía”. Las señales estaban ahí…
Pero en este punto quiero recordar a una heroína sin capa.
Si bien durante años fue motivo de discordia entre los hermanos, siendo el
blanco de los ataques de Liam y quien le decía a Noel que no regresara a
trabajar con su hermano, hay una mujer a la que hay que rendirle homenaje. Me
refiero a (me pongo de pie y aplaudo) Sara MacDonald, la ex
esposa de Noel, quien en el divorcio del año 2023 terminó limpiando al cabezón
y le sacó nada más y nada menos de 20 millones de libras. Vamos muchachos, que
si el regreso de Oasis se trata de la guita (ya lo dijo Cerati con el
regreso de Soda, no tiene nada de malo y nosotros igualmente contentos) hay
que agradecerle a Sarita por haberle dado un empujón económico a Noel para
mirar con buenos ojos un regreso a los escenarios con su hermano. ¡Gracias Sara
por devolvernos a Oasis!
En lo personal, cuando se acercaban los días previos al
anuncio del 27 de agosto de 2024 —y del enigmático mensaje publicado el 25 de
agosto en la cuenta oficial de Oasis en Instagram y en los perfiles personales
de Noel y Liam—, el escepticismo acumulado tras 16 años de falsas alarmas sobre
una posible reunión hizo que, al ver los rumores de un regreso en 2025, pensara
que no era más que humo, al mejor estilo Caruso Lombardi. Pero cuando vi que el
mismo mensaje era compartido por las 3 cuentas, el corazón me dio un vuelco
¿Qué podía ser tan importante como para que nos dijeran “Dentro de dos días,
un anuncio a las 8:00 am”? Esa noche recuerdo apenas dormí. El anuncio de
una noticia, hecho de la forma que lo hicieron, me sacudió cada fibra de mi
ser: ¿Podía ser que finalmente se diera?
04:00 AM del martes 27 de agosto de 2024 en Buenos Aires (en
esa época del año, Londres nos lleva 4 horas). Había sonado la alarma que
había puesto para ver la noticia que habían anunciado con menos de 2 días de
anticipación. Agarré mi celular y… ahí estaba. Tuve una mezcla rápida de
emociones: ¿reír? ¿llorar? ¿gritar? Nada de eso. La mezcla fue interna e intensa,
pero silenciosa. Finalmente estaba viendo la noticia que esperé ver durante 16
años, la noticia que me hizo más feliz en toda mi vida: el tan esperado anuncio
del regreso y de las primeras fechas de lo que más adelante se anunció como la
gira mundial Oasis Live’25. “Las armas se han silenciado, las
estrellas se han alineado y la gran espera ha terminado”.
La locura fue total, como se esperaba: en tan solo una
mañana, Oasis agotó las entradas para los 17 conciertos iniciales de la gira en
Reino Unido e Irlanda. Más de 14 millones de personas intentaron conseguir
entradas alrededor de todo el mundo. Para que se den una idea de esta magnitud,
de los 195 países reconocidos por la ONU, 145 tienen menos de 14 millones de
habitantes. Es decir que Oasis podría haber agotado conciertos para la
población entera de 145 países. Show Bussines total.
El regreso de Oasis no es solo una gira. Es una reparación
emocional, un reencuentro con la historia, con la juventud, con una parte de
nosotros mismos que quedó suspendida desde aquel fatídico 2009. Es la
confirmación de que, a veces, lo imposible se vuelve inevitable cuando la
música habla más fuerte que el ego, el tiempo o las heridas. Y aunque nadie
puede asegurar qué vendrá después de este “Live’25”, lo cierto es que el ahora
es nuestro: un presente glorioso, donde los Gallagher volvieron a alzar los brazos
juntos y a gritarle al mundo que sí, que están de regreso. Y nosotros también.
Porque hay cosas que solo Oasis puede despertar. Porque, después de todo, it’s
good to be back!
JMR
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